miércoles, 22 de abril de 2015

O te das prisa, o llegas tarde








Es una suerte

que haya llegado a conocer(te/me)

antes de ser Norman Bates.


Que todo lo que soy,

no se limite a lo que veis 

y

que sangre, cenizas y polvo(s)

den vida a la carcasa.


Has sido tú, 

mi verdadera suerte,

mi "Full Blue Moon".

Mis Navidades sin nostalgia.

Mi cristo sin cruz.


Es una suerte

que haya llegado a conocer(te/me)

antes de ser Norman Bates


Y no tener que guardar

ningún cadáver en casa

para charlar con alguien

cuando

se apagan las luces

al final del día.


Para apreciar lo caduco

y

efímero,

de los buenos momentos.



Es una suerte

que a veces, 

la suerte se pasee por

estas avenidas

en llamas

donde teléfonos ardiendo

escupen

palabras que nadie 

quiere oír. 


Donde Romeos "de medio pelo",

se suicidan con la pornografía

del 

"¿Y si...?"

Y los callejones sin salida

de la duda,

siguen dando cobijo a

mentes circuncidadas.


Y ella duerme.

Él duerme.

Ellas duermen.


Sin remordimientos.


Yo me ocupo de ellas, 

me acerco, 

las arropo

y me siento a esperar

noticias de Dios.


Pero al igual que yo,

Dios 

debe estar ocupado

mirando la teletienda

mientras:

Ella duerme.

Él duerme.

Ellas duermen.


Sin cadáveres.

Sin reproches.

Sin pastillas.


Sin conciencia

también duermen

los cadáveres sin

mensajes 

en 

Irak.


Mientras

otros buscan un

sentido más profundo

de las cosas.

O buscan 


Dios,

él mira la Teletienda.

Yo miro la 

Teletienda,

y sólo busco

la mejor manera de

quererte siempre

y de que te quieras.



Ellas duermen.