viernes, 23 de octubre de 2015

¿Quién soy?

Ya es 
una verdadera victoria,
que no te arañen
las tripas

Cuando la estupidez
repta a través
de la línea telefónica

Cuando se arrastra 
sigilosa  desde
su boca a 
tu oído

Cuando despiertas perdido
en las avenidas
del olvido



la mentira 
se ha construido,
siguiendo estrictas
leyes arquitectónicas.



Es una 
verdadera victoria,
amigos y amigas
que al saltamontes
lo devoren
las hormigas

El consuelo
de las religiones
vendiendo castigo y fatigas

El castigo eterno 
para aquél 
que hostiga

para aquél que gira
y
gira

hasta alcanzar
la última vuelta
de tuerca
de la noria.



Es una
verdadera victoria,
no cabe duda

Que perdidos 
en océanos
de dudas

aún nos dignemos 
a llamarnos 
capitanes,
conocedores,
sabios,
profesores

Esperpénticos actores
que fingen
haber pisado 
la luna.



Es una 
suerte y una verdadera
victoria

No yacer muertos
sobre las baldosas
de cualquier baño
en vísperas de
fin de año

víctimas

de una pandemia 
que un día,
alguíen llamaría
amor.



Es sin duda
una victoria que 
sin duda pasará 
a la historia 
de esta academia de bufones
en el papel de descubridores

Levantarse cada mañana
con mil cuchillos
en la espalda

Dejar los 
sueños en 
el colchón

Sentarse en 
el retrete y
expulsar el corazón



salir a la calle
 a dar 
de nuevo
cuerda al mundo.

Salir a la calle
a dar cuerda
al 
mundo.

Ejecutivos a las
oficinas, 
a las plazas 
los vagabundos.


Dar cuerda al mundo.



Es una
verdadera victoria,
ver esa sonrisa 
en tu cara

Mientras sigues
unas huellas 
de neumáticos
 en el asfalto
estático
de este 
Octubre infernal.

Sonríes
y
olfateas

Siguiendo el rastro
de tu Dios
que se pierde

que se funde
con el verde
del horizonte

Sin decir siquiera
Adiós.



Es ya
una victoria, 
estamos de celebración.



Tenemos tanto 
que celebrar.





Sal ahí.





Sal.




Sal a buscarme.





y





si me encuentras,





ven




y





dime




quién




soy. 



 

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