Podría quedarme aquí clavado durante siglos
mientras tu, con tu respiración,
detienes el tiempo.
Podría llegar a creer en el contagio universal de la paz
mientras tu, cada madrugada,
rompes el silencio de mi mente.
Volvería a atravesar los caminos de espinos
siempre que tu, flaco y herido,
me esperes donde ayer.
Podría extirpar todo el odio que guardo dentro
en cuatro líneas trasnochadas,
si me regalas tu compañía.
Podría encontrar esa pieza extraviada
que daba sentido a mi vida,
pero si se diera el caso,
y significara perderte:
al fondo del océano y desde la colina más alta
quiero que sepas, que mil veces de nuevo,
y solamente por encontrarte,
yo por ti la arrojaría.
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