miércoles, 4 de diciembre de 2013

Y ahora pienso en Dalí mientras escucho a Mahler

Y esta noche, mientras todos esperan con ansias, frotándose las manos y relamiendose, el momento en que mañana termine su jornada laboral y se encuentren a las puertas del ya conocido puente de Dicembre, yo he tenido que salir a la calle para dejar de pensar en ti (Pero te he encontrado en cada estrella).

Nada más pisar la calle, mi perro ha levantado su hocico y con esa mirada suplicante que le caracteriza, me ha dedicado un suave: <<Gracias. Sabes que estoy contigo. Lo sabes, ¿Verdad? Demos una vuelta rápida y subamos, ambos sabemos que mañana va a ser un día realmente duro>>
Eso es lo que me ha dicho mi perro nada más pisar la calle, he intentado contestar, pero las lágrimas golpeaban en torrente como puños mis párpados, y no pensaba dejarlas salir.
He pensado en matar a mi perro. O quizás en patearlo, odio eso que me ha dicho, odio que haya sido bueno conmigo, odio que haya hurgado en mi interior, odio que me brinde algo que siento que no merezco, odio que pueda leerme entre líneas (mis flacas costillas).
Al final, tan solo me he agachado y le he besado su pequeña cabecita.

He salido a la calle y mi perro me ha derrumbado con unas cuantas palabras, y justo al doblar la esquina, las farolas comenzaron a ladrarme, los contenedores comenzaron a ladrarme, las prostitutas comenzaron a ladrarse y las aceras lanzaban mordiscos de ausencia (Tu ausencia, de alguna forma intermitente).
Ese pequeño peludo tenía razón, "una vuelta rápida y subimos..."

Todo el mundo espera con ansías el 5 de diciembre, y yo he venido a refugiarme delante de la página en blanco, porque hoy hace tres años que tomaste unas vacaciones de "puente de diciembre" sin retorno.
Hoy hace tres años que te largaste de una manera improvisada, de la noche a la mañana, ni eso, te largaste a las 3 de la tarde, comenzaste a derretirte y cuando ahora pienso en ello, temblando de dolor, no puedo evitar pensar también en Dalí, y en relojes derritiéndose, y en la palidez envolviendote mientras ibas perdiendo el control de tu Yo material (pierna izquierda-brazo izquierdo-mitad de la cara izquierda-pierna derecha-brazo derecho-mitad de la cara derecha), y finalmente dijiste adiós con tus ojos.

Hoy hace tres años que te largaste, pero no solo eso, hoy hace tres años que soy más perverso, más cínico, más solitario, más cerdo, más depravado, más despreciable. Hace tres años que en definitiva, estoy más vacío.
He tratado de llenar el vacío que dejaste de muchísimas maneras, me he llenado de sustancias, y finalmente, hasta ellas me han abandonado, se sentían tan solas dentro de mí...
Se que nunca has estado orgulloso de mi, que nunca has aprobado lo que hago, lo que soy, pero lo que soy es lo único que conozco y es lo que mejor se me da ser.
He intentado llenar el vacío que dejaste, llenando el vacío espacio denso que siempre me han brindado esas preciosas chicas que no parecen querer creer lo que ven o lo que les digo (Siempre esperan algo más) ¿Cómo puedo explicarles que dentro de este horror que soy, no hay literatura, que solo van a encontrar vacío?

Es la primera vez en tres años que voy a pasar este día en soledad (corrijo): Es la primera vez en tres años que voy a pasar este día sin unas piernas largas a mi lado, o sobre mis hombros, o rodeando mi cintura mientras se la clavo. Es la primera vez en tres años que aguardo al día del aniversario de tu muerte sobrio, con los pantalones subidos, en soledad, solo Mahler hace gemir instrumentos para mi en esta sinfonía que me acompaña mientras escribo. Mientras pienso en ti. Mientras te derrites. Mientras los relojes también se derriten. mientras Dalí arde en el infierno. Mientras me tomo este Bourbon con hielo. Mientras mi perro ronca sobre la cama. Mientras no eyaculo en el coño/tetas/culo/boca/piernas/espalda de nadie.

Se te echa de menos, y no echo de menos nada de lo mencionado últimamente, qué te voy a contar, sabes que me estoy transformando (a peor, ¿cómo no?). Hacía tiempo que no pasabas tan dolorosamente por mis pensamientos, han estado ocupados, cierta infección (irresistiblemente única y preciosa) se ha hecho con el monopolio de mis pensamientos de un tiempo a esta parte (es una empresaria cojonuda) y rompe moldes y conceptos establecidos, comenzó con los parámetros que marcan las partes del día, sustituyó a Cristo y su a.C. por el antes y después de su invasión a mi fuerte.
La última de sus fechorías ha sido tirar por tierra toda la doctrina psicoanalítica al convertirme en el único sujeto que no se compone de "Yo, SúperYo y Ello", qué cojones me habrá hecho que ahora soy una especie de pirado único en el mundo que guía sus actos y se compone por un el "Yo, SúperYo y ¡¡Ella!!"
En fin, es por eso que últimamente no pensaba demasiado en lo tuyo, pero ahora que se acerca el momento un año más me pregunto si duele tanto por tu ausencia, o por la crueldad de tu partida, ese modo tan cruel y rápido de sacarte de aquí.

Es la primera vez en tres años que no estoy sumergiendo la polla en un placebo suave y cálido, y no se cómo va a ser el día, tengo que dar un concierto y cada nota que haga sonar voy a dedicartela a ti, voy a pensar en ti, voy a afrontarte de verdad, porque como acabo de contarte ya no puedo esconderme en nada, y nada es todo lo que soy.

Hoy es tu día, y Mahler hace sonar un sueño solo para ti. Yo brindo con este Jack Daniels, por ti. Por todas esas chicas que hoy no están aquí. Porque de alguna forma , mi polla también está hoy de luto (lleva ya un tiempo, y me gusta decir "hasta que me cure" pero es una forma de decir <<Hasta que pueda volver a engañarme a mi mismo volviendo al sexo vacío y sin corazón>>, algo más discreta.

Mi perro ronca sobre la cama mientras sueña con un día de verano en el que unos niños alegres y divertidos le persiguen y llega a esconderse entre mis piernas, y una chica a mi lado en una terraza con mi semen aún entre sus muslos sonríe, y yo me levanto y vomito clavos sobre los niños, y todos corren asustados mientras se preguntan "¿Cómo puede ese tipo vomitar clavos de esa manera y seguir respirando"?
Todos tienen miedo, pero mi perro no, no se ha sentido más seguro en toda su vida.
La chica tambien se asusta: <<¡¡Son clavos de verdad!!>> dice mientras articula una mueca de terror.

¿Cómo puedo vomitar clavos de esta manera y seguir respirando?
¿Cómo puedo echarte tanto de menos y seguir respirando?
¿Cómo puedo echarla tanto de menos y seguir respirando?

Hay un tipo que leerá esto mañana, un tipo que espera que le entregue una "tarea", un tipo que comercia con mi enfermedad, con mi locura.
<No deberías publicar más en ese blog, y menos cuando tenemos tanto trabajo pendiente, me ha gustado mucho la forma en que has utilizado....y podrías usarlo en tu novela, en la parte en que...>
Jódete, capullo. sabes que me amas y que ya no hay vuelta atrás en este pacto, así que no intentes acorrarlar a un animal herido. Además, hoy no es tu día.

Ahí afuera, oigo las farolas ladrar, las multitudes ladrar, las estrellas sangrar, las putas negociar un poco de calor en esta noche de hielo.
Ahí afuera, los perros siguen conversando sobre asuntos metafísicos.

¡RrrrRrr Guau!

D.E.P. 

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