He puesto la mesa, he servido la cena
Y luego me he sentado, medio agazapado
A esperar, para ver si llegaba algún comensal.
Y luego me he sentado, medio agazapado
A esperar, para ver si llegaba algún comensal.
Y aquí sigo sentado, dos horas después,
Apenas he tocado un poco de paté,
Que luego he vomitado, al pensar en los patos.
Apenas he tocado un poco de paté,
Que luego he vomitado, al pensar en los patos.
Y me faltan manos para contar las veces que fallé
Si me prestas tus dedos, quizás los vuelva a apostar
Y los vuelva a perder.
Si me prestas tus dedos, quizás los vuelva a apostar
Y los vuelva a perder.
Me he encendido un cigarro y medio entumecido
He acabado con cuatro botellas de vino
Brindando, con el olvido
He acabado con cuatro botellas de vino
Brindando, con el olvido
Y por un breve instante he podido escuchar
Un golpear de tacones, la felicidad,
Pero son los vecinos, vuelven a follar.
Un golpear de tacones, la felicidad,
Pero son los vecinos, vuelven a follar.
Y me falta un destello que pueda iluminar esta
oscuridad
Si me prestas tus ojos, quizás pueda avanzar
Quizás pueda llegar.
Si me prestas tus ojos, quizás pueda avanzar
Quizás pueda llegar.
Al final me he rayado y lo he vuelto a hacer,
He arrojado la copa contra la pared.
Me he largado a la cama sin recoger.
He arrojado la copa contra la pared.
Me he largado a la cama sin recoger.
Luego he ido a llamarte, cuando sin querer,
he encontrado en un verso de boudelaire,
una nota con lápiz “siempre te querré”.
he encontrado en un verso de boudelaire,
una nota con lápiz “siempre te querré”.
Y me faltan manos para contar las veces que fallé
Si me prestas tus dedos, quizás los vuelva a apostar
Y los vuelva a perder.
Si me prestas tus dedos, quizás los vuelva a apostar
Y los vuelva a perder.
Y me faltan tus ojos, que miran y ven, cristal a
través
y en mitad de un silencio, consigo entender,
que nada irá bien (si no es contigo).
y en mitad de un silencio, consigo entender,
que nada irá bien (si no es contigo).
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