domingo, 25 de agosto de 2013

¡Al Diablo!

Suelo recomendar a aquellas personas que me cuentan sus problemas, que para afrontarlos como es debido y encontrar la mejor solución, los afronten desde diferentes perspectivas, que durante unos instantes, sobrevuelen esos problemas contemplándolos desde distintos ángulos. Ya sabéis: "Depende del cristal con el que miras, todo es horrible, o terriblemente bello".
En realidad no, cuando alguien me come la oreja, suelo recomendarle que se pegue un tiro en la sien, se infle a pastillas o haga el salto del ángel, o al menos lo hacía.

Si señor, ese era yo hasta hace unas pocas semanas, hasta el momento de la abducción. Hasta el momento en el que mi ser fue totalmente alienado. Hasta el momento en el que se me ha instalado una compañera de habitación atractiva y diabólica, desgarradoramente ingeniosa, totalmente irresistible a aquellos que tenemos el don, en mi desequilibrada cabeza. Hasta el momento en el que incluso los parámetros que miden tiempo y espacio cambiaron, inventando nuevos marcadores de fechas y épocas desde su llegada. Hasta el momento en el que mi pene dejó de ser un bien público, para convertirse en un animal que acecha.

Y bueno, ¿Qué decir?, en relación con el consejo que al comienzo indico, creo que es bastante útil, lo he recomendado sinceramente y ahora que me ha venido a la cabeza (si, ella a veces me deja un poco de espacio para otros pensamientos, pero solo a veces) creo que no estaría mal aplicármelo.
Aquí estoy, buscando refugio en uno de los pocos rincones que me ayudan a ver las cosas con claridad, a plasmar ordenadamente toda la maraña de ideas y sentimientos que me poseen: La página en blanco.
Mi otro refugio es la guitarra, pero son las 2:41 de la mañana, y desde que de pequeño un vecino me insertó una llave en el costado, intento no joderles demasiado.

Comencemos. No entiendo por qué, pero se me acaba de venir a la cabeza ese refrán popular de "de lo que se come, se cría", llevo mucho tiempo devorando corazones, realmente soy una mala persona, una persona terrible, de verdad, no queráis conocerme. Si de lo que se come se cría debo tener un corazón bien grande y delicioso (aunque no lo use para nada), pero ¿por qué pienso en eso?, es muy sencillo: Estoy buscando qué ha podido hacer que ella venga a mi, y esa explicación podría ser tan válida como cualquier otra, de alguna manera es como si hubiera estado toda la puta vida invocándole, engordando mi corazón como a un cerdo para cuando llegará el momento, ofrecérselo en sacrificio. El momento ha llegado.

Para empezar, debo decir que ni yo te he invocado (al menos conscientemente, solo hacía lo que me dictaba mi naturaleza más primaria), ni tu me estabas buscando, ha sido una colisión totalmente casual.
Pero la casualidad puede dar lugar a cosas increíbles, quizás nuestra existencia, la del universo entero, sea producto de colisiones casuales, la casualidad puede arrastrarnos, puede salvarnos, puede matarnos.
Me parece muy importante que quede claro este punto, ya que la culpabilidad es el camino más corto a una vida aburrida, insípida, gris y llena de remordimientos y malas decisiones (que son las buenas decisiones disfrazadas de seguridad). Yo lo remarco NO ES CULPA NUESTRA.

Yo no vivo dentro de Lucifer, o Luci, como a mi me gusta llamarla, pero desde aquí declaro que no pienso sentirme culpable de nada de lo que ha pasado, estoy cansado, agotado, y a la vez, más vivo que nunca.
Si, señoras y señores enfermos mentales, van a contemplar hoy un milagro, y se lo voy a mostrar, o mejor dicho a confesar a continuación. Llegados a este punto, no puedo decir más que lo siguiente: Creo que me llegó el turno, es posible que esté enamorado como un perro, no puedo afirmarlo rotundamente, comprenderéis que me permita dudar ya que no entiendo mucho como funciona esto, pero si nos basamos en lo que hemos leído (no en nuestros libros de perturbados, bueno va...de esa manera también), lo que vemos en esas empalagosas películas de amor, y lo que escuchamos en las canciones, me declaro culpable.

¿Asustado? Bueno, seguro que vosotros y vosotras lo estáis más, ya os llegará, ¿podéis sentirlo?.
Ahora en serio, hasta hace un rato lo estaba, dudaba si mandar todo a la mierda y esconderme a escribir y follar y escribir y follar y escribir y follar y escribir y follar, etc...contando con que uno se pueda esconder de alguien como Luci. Me estaba planteando formas de escapar a esto que desconozco y no controlo, pero no quiero dejar nunca de mirarla a los ojos. No quiero perderme todo lo que nos podemos ofrecer mutuamente. No quiero perder la oportunidad de realizar con ella todo eso que se pasea constantemente por mi cabeza. No quiero desperdiciar un compañero de viaje así. No quiero perder algo tan real. Tan jodidamente real que hace temblar los cimientos de mi existencia. 

Tengo que reconocer que mi instinto de supervivencia se opone a brindar ciertos privilegios a Luci, él solo quiere que salga echando hostias de aquí, pero al fin y al cabo, él solo es una vieja asustada.
Quería conservar mi estabilidad emocional, quería seguir evitando el dolor (el dolor de verdad, el que recuerdo de la infancia, el que no puedes localizar con exactitud porque corre del estómago al pecho y del pecho al estómago), quería conseguir ignorar esta atracción, pero me rindo gustosamente.
No soy el tipo de hace un año, ni el de hace un mes, ni el de hace un siglo, a día de hoy y en estos momentos soy alguien único, soy el hombre de las 3:09, y seguramente un hombre diferente al de las 3:10, y desde mi existencia actual, no puedo más que decir que me rindo, que siento algo enorme, que si este asunto sale mal, me muero (pero no es cierto, ya nadie muere por amor), pero sería una putada, pero me arriesgo, porque es mucho peor fingir que esto no está pasando, es mucho peor pensar dentro de quince años que puede haber compartido aunque solo fuera un solo segundo mi intimidad con alguien como TU, y salí corriendo.

No puedo permitirme algo así, las consecuencias, buenas o malas, las asumiré porque merecen la pena, porque MERECES LA PENA, porque actualmente eres el centro de mi jodido universo, porque eres lo único que me hace sentir bien, haces que me olvide de todo, podría olvidarme hasta de respirar si me descuido. 
Cuando estoy contigo soy una puta polilla asquerosa y tu eres la luz, eres una luz que ilumina el porche de esa casa que bien podría ser nuestra, nuestra casa, nuestro mundo. 
Yo te contemplo totalmente eclipsado, y me acerco, me acerco. Me acerco aún sabiendo que puedo quemarme, que puedo caer inerte al suelo donde me recogerá por la mañana alguna maruja aburrida de culo gordo, madre de tres niños orejudos que en su momento eligió SEGURIDAD.

Querida Luci: Lo arriba expuesto va a misa (a misa negra, por supuesto), podría decirse que es mi decisión definitiva. Se que muchos y muchas se estarán echando las manos a la cabeza, y se que hay mil cosas que pensar, pero créeme, voy a pensar un poquito menos y a disfrutar y a aprovechar el momento un poco más. Somos de mundos distintos, tu eres un ser mucho más antiguo que yo, de ahí tu mayor nivel de maldad, pero a mi esas cosas no van a detenerme, solo puede detenerme una cosa: que tu me lo pidas.

Arriba expongo mi manifiesto, leelo tranquilamente y como tu sabes, sacándole todo el jugo, sus secretos, nuestros secretos.
Y después de eso, espero que te quede clara mi postura en este asunto, espero que te ayude a posicionarte en la tuya. 
RECUERDA: Si decides que no merece la pena, que te has confundido, o lo que sea, que esto no te condicione, es lo único que te pido.
Si crees de verdad que te causará más daños que otra cosa, solo tienes que pedírmelo y se acabó el asunto, y aún con todo el dolor, si me lo pides, aunque no sea de esta forma, yo seguiré intentando que sigamos siendo lo que siempre hemos sido, dos cometas que sin saberlo, esperaban impacientemente el momento de la colisión.

Depravados y depravadas, después de esto habré bajado peldaños en vuestro handicap de serial killers favoritos, pero miradlo desde este ángulo: Este es mi pacto con el diablo.


Buenas noches.

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